Cómo s'aplica "Más vale tarde que nunca" en fábulas asturianes

Un paisaje asturiano melancólico

El refrán "Más vale tarde que nunca" es una reflexión universal sobre la persistencia y la importancia de realizar una acción, por retrasada que sea, en lugar de no hacerla. En la cultura asturiana, arraigada en una tradición oral rica y llena de sabiduría popular, este refrán encuentra una resonancia particular a través de sus fábulas y cuentos, que a menudo transmiten lecciones morales y valores fundamentales. La lentitud, el trabajo de la tierra, y la paciencia son valores profundamente sentidos en el paisaje asturiano, lo que hace que la tardanza, aunque criticable, pueda ser vista como algo inevitable y, por tanto, a menudo remediable.

Las fábulas asturianas, transmitidas oralmente de generación en generación, no siempre están escritas, pero sus enseñanzas se mantienen vivas a través de la memoria colectiva. A menudo, reflejan la vida rural, las relaciones interpersonales y la relación del hombre con la naturaleza, elementos centrales de la identidad asturiana. El refrán en cuestión, lejos de ser una simple frase, se convierte en una guía para la vida, un recordatorio de que nunca es demasiado tarde para rectificar, aprender y actuar con responsabilidad.

Índice
  1. La Lenta Cosecha del Labriego
  2. La Lección del Pastor Despistado
  3. El Tesoro Escondido y la Paciencia
  4. El Arrepentimiento del Borrachón y la Canción Perdida
  5. Conclusión

La Lenta Cosecha del Labriego

Las fábulas del campo son abundantes en la tradición asturiana, y la labor del labriego es un tema recurrente. Una anécdota común relata la historia de un labrador que, por pereza o distracción, deja la siega de su campo para las últimas semanas del verano. Cuando finalmente se pone manos a la obra, ya es tarde y la mayoría de las mieses están secas y dañadas. Sin embargo, gracias a su tenacidad y al buen tiempo que aún queda, logra salvar parte de la cosecha, aunque con menos resultado de lo esperado.

La moraleja de esta fábula, aunque evidente, resalta la importancia de la anticipación y el esfuerzo constante. El labriego aprende a las malas que la postergación puede tener consecuencias negativas, pero que incluso en la tardanza, el trabajo bien hecho, por modesto que sea, puede traer consigo una recompensa. La tierra, generosa, permite una segunda oportunidad, aunque nunca igual a la primera. Este aspecto del perdón de la naturaleza es crucial en la cosmovisión asturiana.

Es posible que esta fábula, transmitida de boca en boca, tenga variantes dependiendo de la zona de Asturias, pero el mensaje central siempre es el mismo: la dilación es perjudicial, pero nunca es demasiado tarde para enmendar los errores. La conexión entre el hombre y la tierra en esta narración subraya la necesidad de trabajar en armonía con los ciclos de la naturaleza, aprendiendo de sus lecciones.

La Lección del Pastor Despistado

Otra fábula popular asturiana narra la historia de un pastor despistado que pierde una oveja. En lugar de buscarla de inmediato, piensa que volverá sola al redil. Días después, se da cuenta de su error cuando ve a un lobo acercándose al rebaño. Lleno de arrepentimiento, se lanza a la búsqueda de la oveja perdida, y aunque consigue rescatarla, ha sufrido un gran susto y ha puesto en peligro a todo el rebaño.

La arrepentimiento del pastor, aunque tardío, sirve como una valiosa lección sobre la importancia de actuar con prontitud y asumir la responsabilidad de las propias acciones. El lobo simboliza los peligros que acechan cuando se descuida el cuidado del rebaño, y la dificultad de rescatar a la oveja perdida, a pesar del esfuerzo del pastor, demuestra que el tiempo perdido es irrecuperable. La fábula pone de manifiesto la prudencia y la importancia de la vigilancia constante.

Esta fábula, similar a otras narraciones pastoriles presentes en la literatura oral de la península ibérica, enfatiza la dependencia del hombre del entorno y la necesidad de proteger lo que se posee. El pastor, a través de su error, aprende a valorar la importancia de la diligencia y a no subestimar los riesgos potenciales.

El Tesoro Escondido y la Paciencia

Mapa antiguo revela tesoro en Asturias

Existe un cuento asturiano sobre un campesino que, por mucho tiempo, ha soñado con encontrar un tesoro escondido en su terreno. Ignora las señales, no investiga, y se conforma con el poco rendimiento de sus tierras. Años después, ya anciano y a punto de abandonar la labranza, decide, por curiosidad, cavar en un lugar que siempre le había llamado la atención. Para su asombro, allí encuentra un cofre lleno de monedas de oro.

La fortuna que encuentra el campesino, aunque tardía, le permite vivir sus últimos años con tranquilidad y proporcionar un futuro mejor a sus descendientes. La fábula no solo celebra la perseverancia, sino que también subraya la importancia de mantener la esperanza y de no renunciar a los sueños, por descabellados que parezcan. La tardanza en la acción no le quita valor al tesoro encontrado, sino que lo hace aún más especial.

En esta historia, el tesoro representa las oportunidades que se presentan en la vida, a veces de forma inesperada y tardía. La lección es que el esfuerzo y la paciencia, incluso después de mucho tiempo, pueden ser recompensados. Además, el cuento invita a la reflexión sobre el valor del tiempo y la importancia de aprovechar al máximo cada oportunidad.

El Arrepentimiento del Borrachón y la Canción Perdida

Una fábula asturiana cuenta la historia de un hombre que, después de beber en exceso, pierde un valioso pergamino con una antigua canción tradicional. En un estado de ebriedad, se olvida dónde lo dejó, y durante mucho tiempo, lamenta la pérdida de esa joya cultural. Años después, en un momento de lucidez y arrepentimiento, decide revisar sus pertenencias y, para su alegría, encuentra el pergamino escondido en un viejo cofre.

El reencuentro con la canción, aunque tardío, representa la recuperación de algo valioso, tanto material como simbólico. La fábula es una crítica a los excesos y a la irresponsabilidad, pero también ofrece un mensaje de esperanza y redención. El arrepentimiento del protagonista lo impulsa a buscar lo perdido, y la perseverancia finalmente le recompensa.

Este tipo de fábula se enmarca dentro de la rica tradición de cuentos y canciones populares asturianas que, a menudo, tienen una función moralizante. El pergamino con la canción perdida representa la herencia cultural de Asturias, y la importancia de protegerla y transmitirla a las futuras generaciones. La fábula advierte sobre los peligros del despilfarro y la importancia de valorar las tradiciones.

Conclusión

El refrán "Más vale tarde que nunca" se manifiesta de manera recurrente en las fábulas asturianas, ofreciendo un valioso mensaje de esperanza y perseverancia. A través de historias sencillas pero llenas de significado, se nos recuerda que nunca es demasiado tarde para rectificar, aprender y actuar con responsabilidad. La cultura asturiana, con su profunda conexión con la naturaleza y la tradición oral, valora la paciencia y la constancia, cualidades que se reflejan en estas narraciones.

Estas fábulas, transmitidas de generación en generación, no son solo relatos entretenidos, sino también herramientas para la educación y la transmisión de valores. Representan un legado cultural invaluable que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia conducta y a valorar la importancia de actuar con diligencia y responsabilidad, incluso cuando las circunstancias parecen desfavorables. "Más vale tarde que nunca" es un principio que sigue siendo relevante en la vida moderna, y las fábulas asturianas son un recordatorio de su profunda sabiduría.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Go up

Usamos cookies para asegurar que te brindamos la mejor experiencia en nuestra web. Si continúas usando este sitio, asumiremos que estás de acuerdo con ello. Más información