Qué enseñanza transmite el refrán asturianu "Antes que cases, mira lo que fas"

Los refranes asturianos son un tesoro lingüístico y cultural que refleja la sabiduría popular de Asturias, una región con una rica historia y tradiciones. Transmitidos oralmente de generación en generación, estos breves enunciados encapsulan experiencias, consejos y observaciones sobre la vida cotidiana, la sociedad y la naturaleza. Su valor radica en la concisión y la capacidad de transmitir enseñanzas profundas con un lenguaje sencillo y a menudo humorístico.
El refrán "Antes que cases, mira lo que fas" (traducido literalmente como "Antes de casarte, mira lo que haces") es un claro ejemplo de esta sabiduría popular. Se trata de un proverbio que insta a la reflexión y la prudencia antes de tomar decisiones importantes, especialmente en el ámbito del matrimonio. Su arraigo en la cultura asturiana demuestra la importancia histórica de la familia y la estabilidad dentro de la comunidad.
El Significado Literal y Contexto Histórico
El significado literal del refrán es bastante directo: antes de comprometerse en el matrimonio, es crucial examinar el propio comportamiento y acciones. La palabra "fas" (haces) hace referencia a las acciones, costumbres y la forma de vida de una persona. No se trata solo de una advertencia sobre el carácter del futuro cónyuge, sino principalmente sobre la auto-evaluación.
El contexto histórico de este refrán se puede situar en una época donde el matrimonio era, en gran medida, una decisión social y económica, no solo sentimental. El matrimonio a menudo se consideraba una alianza entre familias, y una mala elección podía tener graves consecuencias para ambos linajes. La importancia del análisis personal refleja la necesidad de garantizar una compatibilidad no solo de sentimientos, sino también de valores y estilos de vida.
En el siglo XIX y principios del XX, con una sociedad rural predominantemente agrícola en Asturias, la estabilidad familiar era esencial para la supervivencia. El matrimonio era una unión funcional que aseguraba la continuidad del trabajo en la tierra y la supervivencia de la familia. Por tanto, tomarse tiempo para analizar las propias acciones y si eran apropiadas para mantener esa estabilidad era una práctica común.
Prudencia y Reflexión antes del Compromiso
La esencia del refrán reside en la importancia de la prudencia. No se trata de juzgar al otro, sino de examinar si uno mismo está preparado para el compromiso que implica el matrimonio. Implica una introspección profunda, analizando si se cumplen con las responsabilidades y exigencias que conlleva esta unión.
Esta reflexión es crucial para evitar conflictos y decepciones en el futuro. Una vez que se toman las riendas de la propia vida, es importante reconocer cuáles son los defectos y las virtudes que se aportarán a la relación. La honestidad consigo mismo es el primer paso para construir un vínculo duradero y feliz.
El refrán anima a no dejarse llevar por la pasión o las apariencias, sino a analizar la situación de forma racional y objetiva. Implica que el matrimonio no es solo un sueño romántico, sino también una responsabilidad que requiere madurez y compromiso.
La Importancia de la Compatibilidad

Más allá de la auto-evaluación, el refrán también insinúa la necesidad de considerar la compatibilidad con la pareja. Si uno mismo tiene comportamientos o actitudes cuestionables, es probable que estas características generen problemas en la relación. La armonía en el matrimonio depende de la capacidad de ambos para convivir y entenderse.
No se trata de buscar la perfección, sino de encontrar a alguien con quien se puedan compartir valores, objetivos y formas de vida similares. Observar cómo se comporta la pareja en diferentes situaciones, sus hábitos y sus reacciones ante los problemas, es una parte fundamental del proceso de conocerla.
La compatibilidad no se trata solo de gustos y aficiones, sino de tener una visión similar del mundo, de la familia y de la vida en general. Analizar si las acciones y la forma de ser de la pareja son coherentes con los propios ideales es esencial para construir una relación sólida y duradera.
La Transmitación de Valores y Costumbres
El refrán “Antes que cases, mira lo que fas” también refleja la importancia de la transmisión de valores y costumbres en la sociedad asturiana. El matrimonio no solo unía a dos personas, sino también a dos familias, y era crucial que los valores y tradiciones fueran compartidos. El estudio de las acciones y las costumbres era una forma de asegurar esta continuidad.
Se esperaba que la pareja compartiera los mismos principios morales y religiosos, y que se respetaran las tradiciones familiares. Esta cohesión social era fundamental para mantener la estabilidad de la comunidad y para garantizar la educación de los futuros hijos.
En el contexto rural asturiano, donde la vida familiar era el núcleo central de la sociedad, la transmisión de valores y costumbres era una responsabilidad compartida por todos. El refrán servía como recordatorio de la importancia de mantener la identidad cultural y de asegurar la continuidad de las tradiciones.
Conclusión
El refrán asturiano "Antes que cases, mira lo que fas" es mucho más que una simple advertencia sobre el matrimonio. Es una invitación a la reflexión, la prudencia y la auto-evaluación, valores que han sido importantes en la cultura asturiana a lo largo de la historia. La sabiduría del proverbio continúa siendo relevante en la actualidad, en un mundo donde las relaciones se forman y se disuelven con rapidez.
En definitiva, este refrán nos recuerda que antes de embarcarnos en cualquier compromiso importante, es fundamental conocerse a nosotros mismos y a la persona con la que vamos a compartir nuestra vida. La observación y la reflexión son herramientas clave para construir relaciones duraderas y felices, basadas en el respeto, la compatibilidad y los valores compartidos.
Deja una respuesta